UN INFALTABLE EN TU VIAJE A CUSCO: LAS SALINERAS DE MARAS
El Valle Sagrado de los Incas es un territorio lleno de sitios arqueológicos únicos que no dejan de sorprendernos. Uno de los más visitados son las famosas Salineras de Maras. Este atractivo lo conforman miles de pequeñas piscinas excavadas en la ladera de la montaña, que han sido captadas por los amantes de la fotografía de todo el mundo. Las Salineras de Maras se encuentran a 3,000 metros sobre el nivel del mar y a aproximadamente 1 hora y media de la ciudad de Cusco.
Este lugar está conformado por más de 3 mil pozos de sal natural cercanos al pueblo de Maras. Cada uno de los pozos tienen una dimensión de 5 metros cuadrados.
Las 3,000 piscinas son alimentadas por un manantial subterráneo hipersalino que se originó hace 110 millones de años durante la formación de las montañas de la Cordillera de los Andes. El intenso sol hace que el agua del manantial se evapore, dejando cristales de sal que luego son “cosechados” con un trozo de madera con el que se va raspando la sal, la cual se coloca en pequeños cestos, para eliminar el agua sobrante. Luego de unos días, se vuelve a abrir el paso de agua y el proceso se repite.
En las Salineras de Maras se puede encontrar “sal natural de color rosa”; esta obtiene su hermoso color de los elementos naturales del agua proveniente de la montaña, incluyendo magnesio, calcio, potasio y silicio. Sólo hay 4 lugares en el mundo de donde se puede extraer sal rosada y Maras es uno de ellos, imperdible ¿no?
Los pobladores de Maras hoy en día siguen comercializando esta sal, como lo hacían los incas hace cientos de años.
La leyenda cuenta que las aguas saladas que brotan de la montaña son las lágrimas de Ayar Cachi. Dentro de la mitología Inca, este era uno de los 4 hermanos y hermanas que originaron el gran imperio de los Incas: El Dios Wiracocha hizo salir a estos hermanos de una cueva para fundar un gran imperio. Ayar Cachi lanzó una piedra a una montaña formando una quebrada. Entonces sus hermanos, temiendo su fuerza y poder, lo encerraron con engaños en la cueva evitando que sea fundador del imperio. Las lágrimas de este personaje formaron las pozas que luego el sol secó formando los salares.
Además de la increíble vista panorámica y el maravilloso trabajo de la naturaleza que vas a experimentar, no puedes dejar pasar una visita al mercado donde podrás conseguir distintos productos locales. ¡No olvides llevarte de recuerdo la sal natural color rosa!
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